Vino Tinto Barón de Ley Reserva
D.O.Ca. Rioja
Composición Varietal:
Tempranillo 100%
Un vino con historia.
Un vino con oportunidades.
Un vino para ti.
D.O.Ca. Rioja, La Rioja.
Composición Varietal:
Tempranillo 100%
Nota de Cata:
Color rojo rubí con capa media-alta.
En nariz sorprende por su poderoso carácter frutal, notablemente ensamblado con recuerdos de su noble crianza: trazas de coco, toffee y sugerentes matices a monte bajo.
En su paso por boca va desarrollando una afable sensación de volumen y untuosidad que desemboca en un largo final, en el que con nervio y frescura su óptima acidez nos trae un retrogusto con recuerdos a frutos rojos y nuevamente monte bajo.
Envejecimiento: 20 meses en barricas nuevas de roble americano, y posteriormente 24 meses en botella.
Grado alcohólico: 13% vol
Packaging: Botella 750ml. Cajas de 6 unidades.
Maridaje: quesos curados y añejos, carnes rojas, caza...
Barón de Ley
Un sueño hecho realidad, BARON DE LEY es una bodega concebida y fundada en 1985 por un reducido grupo de profesionales de reconocido prestigio en Rioja, que deciden crear un proyecto por aquel entonces único en la Denominación de Origen Calificada Rioja; una bodega inspirada a imagen y semejanza de los “châteaux“ de Médoc, reuniendo todas las condiciones que hacen de un vino una obra de arte.
Con este fin, los creadores de BARON DE LEY adquirieron la finca de Imas, ubicada en el término municipal de Mendavia y sobre la margen izquierda del río Ebro; un lugar privilegiado para el cultivo de la viña por sus condiciones climáticas y las características de los suelos, en el cual 90 hectáreas fueron plantadas.
La finca incluía asimismo el Monasterio Benedictino del siglo XVI, que hoy es sede social de BARON DE LEY y marco ideal para eventos histórico-culturales, completándose el complejo con la construcción de la bodega en la segunda mitad de los años 80.
La bodega sería construida con nobles materiales (maderas de pino de Oregón, ladrillos hechos a mano...) y diseñada para la elaboración de Reservas y Gran Reservas de excelente calidad, incorporando las más avanzadas tecnologías.
Formando un bello conjunto arquitectónico con el antiguo Monasterio, ambos edificios ilustran a la perfección la armónica simbiosis entre tradición y modernidad por la que los vinos de Barón de Ley destacan.
Así, los primeros frutos de este ambicioso proyecto verán la luz en 1990, año en que las primeras botellas de BARON DE LEY son presentadas al público.
Desde estos primeros pasos hasta ahora, la historia de Barón de Ley ha estado marcada por la mejora continua y la progresiva aceptación por parte del mercado nacional e internacional. De hecho, el reconocimiento que en tan poco tiempo han conseguido los vinos de BARON DE LEY hizo necesaria una ampliación sobre el proyecto original, que queda definitivamente configurado en 1997.
Mención especial merece la culminación de la dinámica de calidad y mejora de BARON DE LEY, con la obtención en Enero de 1997 de la certificación de calidad ISO 9002 por parte de AENOR, una distinción reservada sólo a las mejores empresas.
Uno de los hitos más recientes en la breve pero intensa historia de BARON DE LEY es la salida a las bolsas españolas del 70 % de las acciones de la empresa, exitosa salida que no vino sino a confirmar la buena progresión y excelente salud del aún joven proyecto.
Desde entonces, la posición de la bodega en el mercado no ha hecho sino consolidarse, mediante la incorporación de técnicos de primera línea en viticultura y enología, como Fernando González y Gonzalo Rodríguez respectivamente, y que están dando paso a toda una nueva generación de vinos cuyo primer exponente ha sido el Finca Monasterio.
FINCA MONASTERIO
En los últimos años el panorama vinícola español y riojano han visto proliferar toda una pléyade de vinos llamados “de alta expresión”, “de autor”, “de pago” .... , que han venido a responder a las nuevas tendencias de calidad del mercado.
Esta dinámica del mercado también originó en Barón de Ley una inquietud, que hemos ido encauzando y perfeccionando los últimos años hasta llegar a este primer fruto, que es nuestro “Finca Monasterio 1999”.
Intentando huir de tópicos, Finca Monasterio es un vino hecho en el viñedo, donde el autor realiza un ejercicio de humildad dejando todo el protagonismo a la propia esencia del vino: la uva.
El momento en que Finca Monasterio empieza a hacerse realidad es en 1999, cuando instalamos nuestra mesa de selección manual de uva, con vendimia en barquillas de 15 kg. Esta selección manual no es sino la culminación de todo el trabajo realizado en las viñas de nuestro monasterio benedictino durante todo el proceso vegetativo, con el gran reto de explorar sus posibilidades en calidad.
La elaboración se realizó en nuestra nueva nave de depósitos experimentales, en depósitos troncocónicos de acero inoxidable de 14.000 ltrs. Después, el proceso de crianza sería más sencillo, ya que lo único que tuvimos que hacer es escoger las mejores maderas de roble francés, que respetasen las cualidades naturales del vino y les realizasen ese discreto pero indispensable aporte de complejidad y finura.
En suma, el resultado es un vino que no hemos querido constreñir en categorías ni prejuicios, y que por lo tanto exhibe con orgullo simplemente la fecha de su nacimiento y su finca de procedencia.
Por último, llegado el momento de dar un nombre a nuestro nuevo proyecto, decidimos ofrecer a nuestros amigos y clientes una pequeña paradoja, al dar un guiño monástico y por lo tanto histórico o tradicional a un vino que ya empieza a ser calificado como muy moderno. Y es que el buen vino es intemporal.....
- Origen
- D.O.Ca. La Rioja, La Rioja